Parece que cuando el verano llega a su fin comienza a reavivarse la llama fotográfica de nuestro interior, en mi caso es algo distinto. El título de este artículo puede parecer que sea a propósito de la imagen que lo ilustra, pero no es así. Creo que cuando llevas unos años practicando la fotografía, ya sea como aficionado, profesional o realizando algunos encargos llegamos a un punto en el que de repente deja de tener sentido todo lo que haces.
Una mezcla de presión por trabajos fotográficos pendientes, el no cumplir con los objetivos que yo mismo me había impuesto y una situación personal y emocional que no era favorable para desarrollar nuevos proyectos fotográficos han hecho que haya pasado una mala época. Un torbellino de emociones que me han llevado a una situación casi de odio de la fotografía de paisaje.
Aún sabiendo que era algo pasajero no podía evitar sentir rechazo cada vez que me planteaba volver a coger la cámara. Hasta que poco a poco he ido casi obligándome a trabajar en la planificación de un viaje. Un sueño que siempre quise cumplir, pasar 15 días en pleno otoño de bosque en bosque. Tras varios años con ese deseo en mente pero con la frustración de saber que no lo voy a poder cumplir, parece que al darse las circunstancias que me permitían hacerlo dejó de carecer de sentido y perdió todo el interés para mi, hasta hace poco.
El año pasado estuve en Urederra y estos torbellinos de hojas (Whirpools como los llamaba aquellos días) representan muy bien lo que muchos sentimos sobre la fotografía de paisaje. Remolinos de emociones, de sentimientos, todo es caos, quiero y no puedo, puedo pero no quiero... pero tras todas estas ideas subyace la absoluta calma, esa que sentimos cuando notamos fotografiamos y el tiempo se detiene al sumergirnos en nuestros propios pensamientos.
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Sergio Perea (martes, 19 septiembre 2017 15:12)
Pufff, he pasado por lo mismo. El día a día nos va desmoralizando. En esos momentos ayuda buscar nuevas vías, probar otras disciplinas y tomar distancia para volver con ganas, en vez de forzar la máquina.
Muy buena foto, y original, se nota que ya estás deseando probar nuevos puntos de vista, eso al final será bueno. ;)
Victoria Casachagua (martes, 19 septiembre 2017 15:54)
Hola Pablo �...Esa sensación es muy fuerte cuando eres muy bueno en lo que haces y por eso sientes la sensación de que quieres hacer más pero las circunstancias no lo permiten ...Podrías quizás poner tu mente en blanco haciendo una actividad que te cause placer ...He escuchado que la mente es creativa cuando está relajada , por eso te digo no te desesperes y recuerdo que eres muy bueno en lo que haces �...Espero tengas mejores días , un abrazo .